Distribución de CDs de música, un problema con solución

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¿Debernos olvidarnos de los discos físicos?

Es la pregunta que todos los implicados en el arte musical se hacen, sobre todo los artistas independientes; pero, ahora más que nunca, hay que saber cómo mejorar la distribución de copias de CDs. Siempre es importante que el artista esté respaldado por una discográfica, ya sea propia o externa, ya que es difícil que una distribuidora acepte la distribución de sus discos sin sello discográfico.

Para los artistas independientes, conviene que saquen a la venta el disco de forma digital, para darse a conocer y conseguir unas primeras ventas; así será más fácil que la distribuidora saque a la venta el disco físico.

Los pasos a seguir son bastantes diferentes de una distribución digital. Vamos a verlos.

¿Cómo funcionan las distribuidoras?

Si hace unos años, la empresa distribuidora compraba a la discográfica cierta cantidad de copias al doble del precio de producción, se encargaban de distribuirlas a las tiendas, y, si las copias no se vendían, la discográfica abonaba a la distribuidora por el avance de dinero de las ventas, ahora es muy,pero que muy distinto.

Aunque los distribuidores siguen arriesgándose, por suerte, lo que hacen es distribuir los discos en forma de “consigna”, es decir, no los compran a la discográfica, sino que cobran un porcentaje una vez que se han vendido.

Cuando se ha conseguido grabar el disco, lo primero es ponerse en contacto con los distribuidores, quienes pedirán una copia en CD para escucharlo y valorarlo. Es interesante que la discográfica esté dispuesta a hacer promoción, porque eso  facilita las ventas, lógicamente; el negocio es el negocio…

Qué hacer si no se consigue distribuidora

Lo primero, no desanimarse, porque es bastante difícil conseguirla, lo sabemos; pero tampoco hay que olvidarse de tener un CD físico a la venta. Conviene tenerlo, pues servirá para promoción, sobre todo. He aquí algunos aspectos a tener en cuenta:

  • Hacer una primera tirada corta, ya que no vale la pena hacer muchas copias de CDs para no venderlos; más bien, una tirada corta de entre 200 y 500 CDs, que es menor inversión.Siempre se puede hacer una segunda o tercera tirada, si sale bien el primer intento.
  • Vender los CDs en los conciertos. Es una opción más que estupenda, porque ya casi nadie va a una tienda de discos a comprar un CD, por desgracia, a no ser que busque un artista en concreto. La compra de CDs en los conciertos es impulsiva y, bien montada la venta, saldrá bien.

 

  • Llegar a un acuerdo con las tiendas pequeñas (las grandes superficies sólo trabajan con distribuidores), pues no todas se niegan a hacer distribución directa con el artista. Se trata de una labor “comercial” que hay que hacer: presentarse, dejar un CD en consigna y ofrecerles un porcentaje solo si se venden las copias, para no obligarles a hacer una inversión previa. La mayoría no se negarán, porque conocen la dificultad de la venta de discos, están en la misma barca.
  • Vender el CD online, desde la web oficial o tiendas como CD Baby o Amazon. Es una opción bastante interesante.

Por suerte, todavía en nuestra cultura musical, el CD físico es el formato preferido para promoción. Por ello, aunque no se vendan todas las copias, vale la pena, como decíamos, hacer una tirada corta, dirigida a radios, entrevistas, críticos, conciertos… darse a conocer a la gente en formato físico aún da mucho juego.